Hemos pasado un fin de semana estupendo. La casa es muy bonita, acogedora y no le falta detalle. Las reuniones en el porche, tanto por la mañana como por la tarde, maravillosas. El paisaje que se observa desde la casa inigualable. El levantarse y ver que estás rodeado de naturaleza......, no tiene precio! . Tranquilidad absoluta.
Y en cuanto a las dueñas, Amelia y Juana, gente muy amable y seria en el trabajo.
Y en cuanto a las dueñas, Amelia y Juana, gente muy amable y seria en el trabajo.
A buen seguro repetiremos este invierno!!!