Estuvimos un fin de semana alojados dos parejas con niños en otra casa de la familia llamada "Piedra gorda". El entorno muy bonito y tranquilo. Había burros muy cerquita y visitamos la granja familiar que tienen los propietarios, en la que pudimos ver terneritos, ver ordeñar a las vacas, dar biberón a los orderos...etc, con lo cual los niños disfrutaron mucho!
Nos dieron leche recien ordeñada y Ana (la dueña)nos obsequió con unos "sobaos" buenísimos!..lo cual se agradece...
Ana, Cesar(su marido) y toda la familia encantadores!
No nos pusieron ninguna pega en cuanto a la hora de dejar la casa, lo cual es de agradecer.
En definitiva, recomendable si lo que se desea es tranquilidad y contacto con animales y naturaleza!
Nos dieron leche recien ordeñada y Ana (la dueña)nos obsequió con unos "sobaos" buenísimos!..lo cual se agradece...
Ana, Cesar(su marido) y toda la familia encantadores!
No nos pusieron ninguna pega en cuanto a la hora de dejar la casa, lo cual es de agradecer.
En definitiva, recomendable si lo que se desea es tranquilidad y contacto con animales y naturaleza!