La casa es muy bonita y muy espaciosa. El lugar es ideal para desconectar y las vistas son inmejorables. Situada a unos 3 kms de Liérganes que es un pueblo muy bonito y donde se come muy bien como en el resto de Cantabria. Por poner un pero, lo único que me pareció un poco descuidada fue la limpieza, sobre todo en los útiles de la cocina y en la ropa de cama que olía mucho a humedad. Recomendable