La Posada es un lugar excepcional para alojarse. Combina el encanto de lo rústico con una comodidad excelente. Demuestra que lo rural no está reñido con el confort. No le falta detalle, ni siquiera aquellos que se esperarían, por ejemplo, de un hotel de cuatro estrellas: todas las habitaciones cuentan con cuarto de baño (completo con secador de pelo, etc). Además la decoración es muy adecuada y le confiere un ambiente muy acogedor. Y, lo más importante, hay que destacar el magnífico trato del propietario, Miguel, que está pendiente de cualquier cosa que puedas necesitar (incluída información sobre rutas y visitas por la zona). Sus desayunos valen la pena... También posee otro alojamiento rural, la casa del Tío Tánganas, en la que pasamos un par de noches. Es más sencilla pero no menos acogedora.
Publicado el: 28/03/2009