Una casa preciosa y novísima, sin renunciar a los detalles rurales. Las habitaciones grandes y con techos muy altos y las camas, lo mejor, enormes. Los dueños son encantadores, nos informaron perfectamente de los sitios a visitar, dónde podíamos comer, tomarnos unos vinitos, etc. El desayuno abundante y la cena casera, saludable y buena. Otro detalle: es ecológica, merece la pena pasar unos días.
Publicado el: 10/06/2009