Qué ver en Fuentelapeña

Sólo los más preparados sobreviven a una visita en un pueblo del norte de Castilla. Sobre todo si es en invierno. Las bajas temperaturas que se suelen registrar hacen que el clima les gane la batalla. Los lugareños, acostumbrados a que todos los años los termómetros marquen mínimas de menos de 0 grados, tienen la solución al problema. No sólo está en vestirse con prendas más abrigadas, sino que el secreto también está en la cocina y lo que comen. Platos cargados de calorías harán que la temperatura corporal ascienda considerablemente. Los callos, el cocido, las patatas rebozadas, el pisto o la sopa de ajo son las preferidas por los lugareños para que el frío no les impida seguir con sus tareas diarias.

Es un pueblo relativamente grande, si se compara con las aldeas y pequeños municipios que lo rodean. De ahí que no sólo haya ganadería y agricultura como actividad principal económica, sino que también hay comercios e industrias como fraguas, carpinterías y talleres mecánicos. Entre las granjas más importantes están la Granja Dani, Encurtidos Pigazos y Ganadería Santa María de los Caballeros. Un pueblo inquieto que trabaja a diario, como otros muchos, para sacar adelante las empresas del municipio.

Muy recientemente, hace 20 años, allá por 1993, fueron descubiertas una serie de herramientas de la industria lítica, lo que hace prever que el municipio estuvo habitado en la época del Paleolítico Inferior. Abundan entre estos materiales, bifaces y esferas de cuarcita.

Los habitantes no tienen motivo para el aburrimiento. Para el verano cuentan con una hermosa piscina en la que refrescarse de las altas temperaturas que se registran en esta temporada. Y para el invierno, los más activos se divierten practicando fútbol o frontón en las pistas habilitadas especialmente para eso. Recientemente se configuró el grupo “Soy Ciclista de Fuentelapeña”. Sus componentes cada domingo por la mañana se reúnen para hacer deporte sobre la bicicleta recorriendo los alrededores del municipio.

Destaca entre su patrimonio histórico la iglesia de Santa María de los Caballeros, de 1580 y de la que Juan de Nates fue el responsable de su construcción. Todos los nacidos en Fuentelapeña tienen un especial cariño a este edificio, el cual se observa desde cualquier rincón del municipio.