En un valle cercano al río Valderaduey se encuentra esta localidad, que cuenta con abundante toponomía con reminiscencias árabes, como el río Salán, Teso de la Mora, además de su propia denominación. Igualmente, su origen árabe se intuye en la presencia de restos de aljibes.
En cuanto a sus edificaciones, la más llamativa es la iglesia de Santo Tomás Apóstol, un templo contruido a finales del siglo XII. De la primitiva iglesia solo se conserva la nave, rematada con canecillos. Destaca una Virgen románica con el Niño, situada en la hornacina central. El retablo mayor data del siglo XVIII.