Qué ver en Benavente

Benavente se encuentra en un alto desde donde se divisa la confluencia de los ríos Órbigo y Esla. Ofrece una envidiable posición estratégica que desde antiguo atrajo a diferentes pueblos para su asentamiento. Es con Fernando II cuando la ciudad reaparece con fuerza en la historia, ya que es este rey quien organiza su repoblación y le da fuero en 1167, concediendo su señorío al Conde de Urgel. La historia posterior de la villa se confunde con la de sus señores: fue ducado de don Fadrique y más tarde Enrique III, en 1398, nombró Conde de Benavente al portugués Juan Alonso de Pimentel.

En cuanto a sus edificaciones, especial belleza ofrece a los visitantes el castillo, levantado en la parte alta de la ciudad, dominando la magnífica vega. Se conserva gran parte del edificio, a pesar del incendio, provocado por los ingleses, que lo destruyó parcialmente en el siglo XVI. La parte más significativa del edificio es la Torre del Caracol, construida en los primeros años del siglo XVI bajo el mandato del quinto conde, Don Alonso, en un estilo en el que se mezcla el gótico y el renacimiento. Los alrededores del castillo han sido convertidos en bellos jardines.

Otra obra importante es el Hospital de la Piedad, fundado en el siglo XVI como hospedería para albergar a los peregrinos en su camino hacia Santiago de Compostela. El edificio se encuentra a caballo entre el gótico final y el Renacimiento. Su portada es de arco de medio punto de gran dovelaje, encuadrado por un alfiz de rica decoración vegetal. Sobre el arco puede verse un altorrelieve de la Piedad y a ambos lados de ésta las armas de los condes dentro de las coronas vegetales.

El patio está formado por doble galería de arcos a cuatro lados, llevando la superior antepechos góticos. La capilla que se abre en uno de los lados está cubierta con bóveda de crucería semejante a la de Santa María de Azogue. Una iglesia en cuya construcción se suceden diferentes épocas y estilos. Se comenzó hacia 1180, y se encuentra situado en el centro de la ciudad.

El exterior del edificio llama la atención por su originalidad y el armonioso juego de sus volúmenes, que conforman los cinco ábsides de la cabecera. En el interior se conserva un grupo de esculturas góticas fechables entre finales del XIII y principios del XIV. Destacan el Arcángel San Gabriel y la Virgen, que conforman el grupo de la Anunciación y aún conservan su policromía original.

De parecidas características se encuentra la iglesia de San Juan del Mercado. El templo consta de tres naves, crucero no marcado en planta, y tres ábsides curvos, con sus correspondientes tramos rectos.

Benavente ha recuperado el festejo taurino del toro enmaromado, que se corre la víspera del Corpus por la tarde y que , según la leyenda, se celebra en recuerdo de aquel otro toro que mató al hijo de la duquesa de Benavente, precisamente mientras ambos paseaban juntos. Este año, este festejo tendrá lugar el 9 de junio.

Esta localidad también celebra la festividad de La Veguilla, el 19 de abril, con su correspondiente procesión por las calles del pueblo, y concede una especial importancia a la Semana Santa.