Fue reconstruida en 1566 por el cantero Francisco del Río, siguiendo los planos del arquitecto Rodrigo Gil de Hontañón. Al obispo don Pedro de la Gasca se debe el actual edificio. Su escudo es el que ocupa la fachada, de estilo renacentista. Compuesta por una sola nave cubierta con bóvedas de crucería estrellada. Su retablo mayor está dedicado a la Magdalena, que aparece representada en el momento de su Traslación.