Plaza de Toros

En su tiempo fue la más grande de España, con una cabida de 16.851 espectadores y un diámetro de ruedo de 52 metros.

El diseño fue del arquitecto Sebastián Monleón. La fachada consta de una planta baja con arcos escarzanos y 3 pisos con arcos de medio punto. Toda su factura se basa en el ladrillo, pudiendo calificarse estilísticamente de neoclásica.

En la parte recayente al Pasaje del Doctor Serra, se encuentra el Museo Taurino y la Escuela de Tauromaquia. Un total de seiscientas piezas conforman todo lo que allí se expone.

El Museo Taurino de Valencia está considerado por su singularidad y contenidos como uno de los mejores de España. Fundado en 1929 (exactamente un 25 de julio, festividad de San Jaime y fecha eminentemente taurina) ha sufrido varias ubicaciones hasta alcanzar su actual emplazamiento.

La Comunidad Valenciana ha sido siempre rica en actividad taurina desde tiempos remotos que se pierden en el tiempo, con una afición al toro incrustada en las entrañas de los pobladores del levante español desde sus primeras asentaciones en los principios del hombre hace miles de años.

Con documentación que lo afirma existen datos contrastados desde principios del siglo XI, donde comienza a aparecer la fiesta de los toros en la Comunidad Valenciana.

Desde entonces hasta ahora esta tierra ha dado grandes toreros, banderilleros y picadores que han llevado el nombre de Valencia por todo el mundo.