Es un edificio modernista, su proyecto data de 1914. Fue inaugurado en 1928. Sus arquitectos son Francesc Guardia y Aleixandre Soler. La arquitectura y la construcción conviven en una admirable conjunción.
El Mercado Central queda como el edificio más representativo de los primeros años de 1900 en una ciudad rodeada de huerta. Posee una superficie total de 8.160 metros cuadrados.
Su planta es un polígono irregular de catorce lados. Posee una gran cúpula peraltada en el centro. Y otra en la zona de la pescadería. Cerámica, hierro, piedra, vidrieras..., adornan profusamente interiores y exteriores.
El mercado surgió en la Valencia árabe alrededor de la mezquita principal, en un laberinto de calles y plazuelas cuya nomenclatura ha sido elocuente testimonio: la plaza de la Virgen se llamó de la Paja; la que ocupó el solar donde se construyó el Aula Capitular, de las Gallinas; la del Arzobispo, de la Fruta; y otra inmediata, la de la Hierba.
Consta de planta baja y sótano, con columnas y bóvedas rebajadas de ladrillo. En ambas plantas se jerarquizan las circulaciones, calles rectilíneas y alargadas atravesadas por dos vías anchas en las que se sitúan los 960 puestos, y se emplea un ecléctico estilo premodernista.
Los paramentos cubiertos de azulejos en la parte baja, junto con la piedra, madera y vidrieras de colores, que favorecen que la luz proveniente de éstas así como de las cúpulas y diversos puntos de la cubierta bañen interior forman un conjunto policromo en un modernista monumento histórico de una ciudad que, rodeada de huerta, lo nutre de sus frutos.
La fama del Mercado de Valencia transciende a Europa y acuden a establecerse vendedores franceses de encajes, blondas y quincalla fina en la calle Dels Drets; en la de los Hierros de la Lonja abren sus tiendas los mercaderes suizos y alemanes, expendedores de quincalla barata; y en la Bolsería, genoveses y malteses que monopolizaban el comercio de lienzos.
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