conocimos el pueblo porque nos recomendaron el restaurante como estaba en el centro del pueblo pues pudimos visitarlo paseamos por las calles, que son unicas , la verdad es el pueblo con las calles mas empinadas que he visto. En el restaurante nos recomendaron que visitaramos el convento, la ermita, y tambien los dos castillos. Estuvimos entretenidos todo un mes visitando todos los domingos unas cosas y otras, y como no? comiendo como nunca en el restaurante, cuando me jubile que falta poco vivire en llutxent.