Lledó es un municipio turolense que pertenece a la comarca de Matarraña/Matarranya. El pueblo está situado a una altitud de 458 metros por encima del nivel del mar y la distancia por carretera con Teruel capital de la provincia es de 212 kilómetros.
Pequeña población de la provincia de Teruel junto al río Algás, al límite de la provincia de Tarragona. Su casco urbano se halla sobre un terreno abrupto. Sus principales fuentes de riqueza provienen de los cereales, el excelente vino, aceite y almendras.
Su castillo, junto con el de Arenys de Lledó, perteneció a la encomienda de Calaceite, independizado éste del extenso territorio a cuya cabecera se encontraba Alcañiz, y, por mandato de Ajonso II, jurisdiccionado por la orden de Calatrava. En 1205, dicha orden otorgaba a Rolando de Camabrils y Dalmacio de Canyelles el castillo de Calaceite, donde se incluían los términos de Lledó y Arenys. Más tarde, en 1029, Martín Martínez, maestre de Alcañiz, entregaba el territorio a Pero II, para pasar luego a manos del obispo de Tortosa, Gomabaldo de Santa Oliva, con motivo de reactivar su repoblación. Años después, las tropas de Jaime Ram ocuparon y redujeron el pueblo que se había sublevado a favor del príncipe de Viana, en la lucha que mantenía éste con Juan II.