Existen muestras del temprano poblamiento de la zona en varios abrigos localizados en el curso medio el Guadalope, con manifestaciones de arte rupestre levantino.
Ya durante la Edad Media, el municipio gozó de gran importancia, vinculado a las Órdenes Militares, primero al Temple y posteriormente a la de San Juan de Jerusalén.
Vestsigios de su esplendoroso pasado son las ruinas del Castillo que fue finalmente derruído por el General Espartero en 1840 en las Guerras Carlistas.