Qué ver en La Maso
Municipio del Alt Camp, situado en la parte meridional de la comarca, dentro del triángulo Reus-Valls-Tarragona. Se extiende en su mayor parte a la derecha del río Francolí que además de rodearlo forma el límite oriental del término. La superficie municipal es de 3.58 Km², con un relieve plano.
Las principales vías de comunicación son la carretera local que comunica el pueblo con la nacional de Tarragona a Valls, y con la local de Vilallonga a Valls por el Rourell.
El pueblo, situado a 115 metros de altitud, es actualmente el único núcleo de población. No obstante, dentro del término encontramos el despoblado de Riba-roja, agregado a La Masó en 1859, aunque actualmente casi no quedan vestigios de edificaciones en él.
La tradición da como probable origen del pueblo de La Masó a la agrupación a lo largo del tiempo de diferentes masías que se encontraban en medio de las huertas.
Otra versión cuenta que el posible origen del pueblo se encuentra en la instalación de unas casas de observación por parte del marqués del Rourell para vigilar la acequia que atravesaba el término de La Masó y conducía las aguas del Francolí a la vecina población. Sin duda, estas primeras casas serían lugares de observación donde vivían los soldados y sus familias.
Las primeras noticias documentales sobre estas tierras constan de 1160 y hacen referencia al antiguo término del Codony, que comprendía los actuales términos del Morell, La Masó, El Milà y Vilallonga.
Acabada la reconquista del Camp de Tarragona, el Codony fue repartido, entre otros señores, al Monasterio de Santes Creus, a la Orden de los Hospitalarios y a la Orden de los Templarios.
Según un artículo del historiador Robert Vallverdú, el rey Alfonso I cedió las tierras que pertenecían el término de La Masó a Ramón de Montcada, en el año 1176, quien al cabo de pocos meses las traspasó al Monasterio de Santes Creus en pago de una deuda.
Al poco tiempo de la cesión comenzaron los primeros conflictos entre la Iglesia y el Monasterio por razones de sus respectivos derechos. Al cabo de diez años se firmó una concordia por los cobros de los diezmos y las primicias.
Según la historiadora Carme Plaza, después de la Reconquista, la Orden de los Templarios agrupó una parte del Codony gracias a la donación de la Masía de Bellestar hecha por Berenguer de Molnells, que ingresó en la Orden hacia el año 1162, habiéndola recibido en 1157. Según los límites mencionados en la donación, parece ser que La Masó estaba comprendida en estos límites.
En los años siguientes, la Orden fue ampliando su patrimonio. A partir de 1181, se habla ya de una vice-preceptoría organizada, cambiando el nombre de Bellestar por el de Rourell. Su período activo va desde aproximadamente el año 1162 hasta 1248, año en el que los Templarios vendieron las propiedades y compraron el Castillo de Pira al lado de Barberà.
La propiedad útil de estas tierras pasó a manos de particulares y permaneció eminentemente en manos del Cabildo Tarraconense, especialmente del "paborde".
Según Emili Morera, La Masó fue dada a Ponç de Montoliu en el siglo XII, y poco después pasó a Santes Creus.
En el año 1356, pertenecía a la Comuna del Camp. El censo de 1365 le dio seis fuegos. A partir de 1436 fue señorío del "paborde" de la Catedral de Tarragona y finalmente de la "ardiaca" de Vila-seca.
En 1708 La Masó sólo tenía 61 habitantes, pero el crecimiento demográfico de mediados del siglo XVIII fue espectacular, y pasó a tener doscientos setenta y cinco habitantes.
