A 790 metros de altitud y a 17 km escasos de Palencia hacia el este se ubica Villamediana, con una extensiónd de algo más de 57 km2. Fue poblada en el siglo VII antes de Cristo por los celtas, por la vía natural de los ríos Ebro, Arlanzón, Pisuerga y Eresma. En el siglo IV antes de Cristo penetró otra invasión de Centroeruropa, los arevacos y vacceos. De la unión de ambos pueblos surge el pueblo arevacovacceo. En la Edad Media, Villamediana fue lugar de behetría: los vasallos elegían por señor a la persona de su agrado, era un lugar de hombres libres. La villa se puso de parte de Isabel la Católica por mediación del cardenal Mendoza. El primer conde de Villamediana fue Correo Mayor de Felipe II. El segundo del linaje fue escritor.
Todavía se pueden ver restos de su antigua muralla, así como una puerta ojival en un torreón del siglo XIII, que hoy es la ermita de la Virgen de los Esclavos. También se reconoce el pasado brillante de estas tierras al contemplar escudos en sus casas solariegas, soportales, plazas y bodegas. La iglesia parroquial, reconstruida en el siglo XVI, posee un bello retablo gótico-renacentista, además de dos tablas hispano-flamencas, obra del maestro Fernando Gallego. Se levanta sobre los restos de una fortaleza de templarios.
Su patrona es Santa Columba, que se celebra el día 31 de diciembre. La danza de Villamediana es posiblemente la más antigua de las que se conocen en la provincia. El ritmo lo marcan el tambor y la flauta y la pandereta y la dulzaina.