Qué ver en Soto De Cerrato

Soto de Cerrato se sitúa en la comarca de la que toma su apellido, en concreto en las frondosas laderas del Valle del Cerrato, en la ribera del río Pisuerga, vega que a la altura de Soto es muy popular para la pesca. Dista poco más de 10 km de la ciudad de Palencia, hacia el sudeste, y se puede acceder a la localidad por la carretera nacional 620 o bien por la provincial 121. La villa tuvo momentos de gran esplendor gracias a sus numerosos viñedos, cuya existencia propició la construcción de muchas bodegas en torno a dos barrios, el de las Bodegas de Arriba y el de las Bodegas de abajo. Actualmente la agricultura sigue siendo la actividad más extendida, si bien dominan cultivos como el cereal o la remolacha.

Se cree que la génesis del pueblo data del siglo XI, y que su desarrollo se produjo en torno a unas casas construidas para solaz de autoridades eclesiásticas entre los árboles que crecen en la orilla del Pisuerga, de ahí el nombre de Soto. La iglesia parroquial es un edificio de la Alta Edad Media que ha sido muy reformado, y que hoy se encuentra dedicado a Nuestra Señora de la Asunción. En su interior destacan el retablo barroco y la imagen de la Asunción, de estilo herreriano. Durante la Guerra de la Independencia española este sagrado lugar y todo el pueblo fueron saqueados por las tropas napoleónicas, que se llevaron valiosas piezas religiosas.

La festividad de Nuestra Señora de la Asunción se celebra el 15 de agosto, si bien el patrón de Soto es San Antonio de Padua, al que se festeja el 13 de junio. Ambas celebraciones pueden ser aprovechadas para realizar una visita a las típicas bodegas cerrateñas que se conservan en Soto, en las que existen agradables merenderos e incluso se puede disfrutar todavía de un buen vaso de vino elaborado a la manera tradicional.