Ojen

Qué ver en Ojen

(1 Opinión)
Foto: bruspola

El municipio de Ojén ocupa una extensión de 86 Kms2, se extienden desde Sierra Blanca a Sierra Alpujata y bajan por los valles de los ríos Real y Ojén hasta los municipios de Marbella y Mijas, sobresaliendo el Valle del Juanar, rincón de gran belleza natural. Aunque no tenga salida al mar, se sitúa de lleno en la comarca de la Costa del Sol occidental. Sierra Blanca se asoma a Ojén desde el Cerro Nicolás de 1100 metros hasta el pico de Tajo Negro con 1060 metros en torrenteras y fuertes pendientes.

La nueva carretera del arco Vélez-Marbella, al atravesar la zona, permite contemplar esta espectacular.Detrás de estas laderas se esconde el valle del Juanar, que desde los Llanos de Pulas sube hasta el refugio del mismo nombre a través de parajes de gran belleza, para descubrir más adelante la costa por el mirador del llamado "puerto de Marbella".Hacia el este del municipio, las lomas de Sierra Alpujata y las que suben hasta el límite con Marbella forman el valle del río Ojén, cubierto en gran medida por pinares y zonas de densos matorrales.

Los montes de Ojén poseen un gran bosque mediterráneo de quejigos, alcornoques, encinas, pinos, pitas y chumberas. La fauna que habita estos bosques hay que destacar la bellísima Cabra Hispánica, especie protegida y que está prácticamente en extinción, y el Aguila Real.También habitan las Ginetas, el Meloncillo, Turones y multitud de pequeños mamíferos, pájaros e insectos.También son variadas las plantas de uso medicinal que podemos encontrar, como Salvia, Romero, Tomillo, Cantahueso, Hinojo o Manzanilla.

Climatológicamente la cercanía del mar hace que Ojén tenga un clima templado, a pesar de ser un típico pueblo de montaña.

Mirando a la costa por el valle de río Real se encuentra el pueblo, que es sin duda uno de los más bellos paisajes urbanos de la provincia de Málaga.El pueblo, rodeado de huertas, que bajan hasta el valle en escalones de cuevas y cavernas de las estribaciones de la Sierra, conserva su fisonomía de casas escalonadas en la ladera que denotan su origen árabe.

El origen de Ojén cabe atribuirlo al período árabe-andalusí, entonces era conocida con el nombre de Oxen u Hoxán, que puede traducirse por "lugar abrupto".Aunque apenas existen datos de la historia de este pueblo, se sabe que el asentamiento actual es de origen árabe y que tuvo que existir desde época muy temprana, ya que al parecer, Abderramán III luchó ante las murallas de su castillo contra el muladí Omar Ben Hafsun que encabezó el levantamiento frente al califato en el siglo X.Y tras la derrota del muladí, el califa decidió levantar una mezquita.

Tras la conquista por los Reyes Católicos, sus pobladores fueron cien moriscos y cuatro cristianos, dedicados todos ellos a las tareas agrícolas.Pero, ya mediado el siglo XVI, descontentos los moriscos con los abusivos impuestos que eran obligados a pagar y alentados por los habitantes de Istán, incendiaron el pueblo y la iglesia huyeron a las Alpujarras.A finales del siglo XVI el término estaba prácticamente abandonado.En 1600 sería repoblada por colonos procedentes, en su mayoría, de la Roda de Andalucía.En 1807 fue declarada Villa por Carlos IV.

De su pasado se conservan algunos restos del castillo de Solís, sin embargo no queda nada en pie de la que fuera la fortaleza de Los Castillejos.La Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación de estilo mudéjar, de una sola nave, con artesonado, fue construida sobre una antigua mezquita. Su última restauración data del año 1670.Destacar de su patrimonio urbano la gran fuente de cinco caños situada en el centro del pueblo y conocida como la Fuente de los Chorros, también cerca del municipio está el Palacio de Juanar del año 1906 situado en un bonito paraje, en Sierra Blanca, el cual fue construido como refugio de caza y actualmente se explota como hotel y restaurante.

Gastronómicamente en Ojén se dan bien los platos de caza, en época de caza elabora platos exquisitos con faisán, ciervo, codornices, cabra montés, perdices y conejos.Son muy tradicionales el arroz con hinojo y el potaje de castañas en Semana Santa.Además se produce un vino moscatel y el famoso aguardiente de Ojén que podemos adquirir en nuestra visita.

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Opiniones sobre Ojen

Lourdes Herrero
La villa de Ojén es realmente bonita pero no tiene ni un finde semana de paz, por lo menos durante el verano. Con cualquier excusa, siempre hay alguna fiesta que impide dormir. Los conductores son un peligro y la policía municipal una inutilidad.
03/07/2011 19:15


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