Aunque ya existía un Panteón Real en El Escorial, Fernando VI y Bárbara de Braganza planearon un conjunto de iglesia-convento digno de recoger sus regios despojos. Hoy yacen en las Salesas, en un entorno proyectado por el mismo arquitecto que diseñara los jardines de La Granja de San Ildefonso. Y un dato curioso: parte del complejo -la que se asoma a la Plaza de la Villa de París- se transformó en Palacio de Justicia tras la expulsión de España de Isabel II, en los días de la Primera República.