Emplazado en un valle donde por donde circula el río Segre, el lugar ofrece una imagen perfecta del paisaje catalán. No sólo el cauce es el responsable de otorgar a la población ese toque único, también las arboledas que protagonizan las laderas del valle son directas responsables. La mayoría de secano, los avellanos, los almendros y los olivos destacan entre la naturaleza de la zona.
Las condiciones geográficas y climatológicas han hecho que la actividad principal de los habitantes de Alos de Balaguer se centre en la agricultura, la ganadería y el turismo. Hay explotaciones de todos los tamaños, desde las que ocupan 5 hectáreas hasta las que se extienden hasta las 50. Uno de los cultivos que más repercusión económica tiene en el pueblo es el de la trufa. En cuanto a la ganadería, los principales ganados criados en la zona es el vacuno, porcino, ovino y caprino.
Pasear por sus calles puede otorgarte la misma sensación que si lo hicieras por un castillo. Todas las viviendas están recubiertas por piedra, lo que otorga a las calles y plazas un toque histórico que no gozan las localidades cercanas. Descubrirlas puede significar pasar momentos únicos e inolvidables.
Las condiciones geográficas permiten a los amantes de la bicicleta tener en Alos de Balaguer el perfecto lugar donde practicar su deporte favorito. Son varias las rutas que pasan por el pueblo, convirtiendo a los fieles del ciclismo en testigos directos de esta bella estampa.
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