Qué ver en Munilla

El casco urbano de Munilla presenta indicios suficientes como para deducir que formaba un recinto amurallado aprovechando los accidentes del terreno, con las calles siguiendo las curvas de nivel. Así se intuye en la forma que tienen las casas de agruparse.


La conjunción de dos barrios propiciada por una misma identidad de intereses ha hecho de sus dos iglesias, dedicadas respectivamente a Santa María y San Miguel, el testimonio vivo de las expectativas tan optimistas que se apoderaron de todos sus habitantes en el siglo XVI. Sólo así se explican los grandes esfuerzos económicos a que se vieron abocados en un proceso que mantuvo también un ritmo constante en los siglos XVII y XVIII, que es cuando estos edificios religiosos quedan definitivamente amueblados y surtidos de los ornamentos y objetos necesarios del culto. Como Enciso, Préjano o Cervera del Río Alhama (poblaciones todas ellas que cuentan con dos iglesias), Munilla fue, por tanto, una localidad muy visitada por los artistas de la zona: canteros, arquitectos, escultores, pintores... Prueba también de ese despertar es el crucero renacentista del segundo cuarto del siglo XVI e incluso el puente coetáneo sobre el Manzanares de bellos tajamares.