Qué ver en Aldeaquemada

Su traza urbana delata su origen ilustrado, como las colonias de Sierra Morena o americanas. Su malla octogonal, calles dirigidas a los puntos cardinales y casas de altura uniforme sorprenden al viajero. la plaza, en el centro acoge los edificios singulares. Iglesia y Pósito, ambos de ladrillo, contruidos en 1792.

Como no hay posada ni hospedaje de ningun tipo, el Ayuntamiento promueve la creación de un alberque en una nave del entorno del sugestivo paisaje de La Cimbarra, lugar obligado de visita y más emblemático de Aldeaquemada, junto con el Cimbarrillo o el Charco del Negrillo.

Los amantes de la naturaleza han "descubierto" la belleza de sus parajes son tantos los visitantes que instalan sus tiendas de campaña en las cercanías del río Guarrizas o en la llamada del Cimbarrillo, que en alguna ocasión se ha agotado el espacio, siendo preciso limitar el número de tiendas. Demanda silenciosa, que el Ayuntamiento ha oído, y hoy estudia habilitar una zona de acampada con todos los servicios.

Otro de los atractivos para el viajero es su flora y su fauna. El biólogo, cazador o naturalista tienen motivo de recreo.

Pero lo más conocido en el mundo científico es su arte rupestre. Los numerosos grupos levantinos y esqumáticos resultan otro atractivo casi vicioso al prehistoriador, senderista y curioso. Aquel artista se embelesó y en la Plaza de Armas, junto a la cascada, levantó un poblado defendido por la naturaleza y el hombre.