Qué ver en Oiartzun

El municipio de Oiartzun se situa en el valle que forma el río Oarso. Tiene una población de casi 10000 habitantes y dista 10 kilómetros de la capital. Consiguió el título de Villa con Alfonso VIII a principios del siglo XIII, pero siguió dependiendo de Rentería hasta el comienzo del siglo XVI. Destaca su naturaleza montañosa, de la que las Peñas de Aia son un buen ejemplo. Se trata de una localidad de gran interés histórico, ya que se han encontrado cromlechs de la Edad de Hierro. También ha quedado probada la presencia romana en la zona por los restos encontrados. El acceso a Oiartzun es desde el cruce situado en la N-1(Irún-Madrid), a la altura de Rentería.

Dentro del casco urbano destaca la Iglesia de San Esteban, gótica del siglo XVI. Con un retablo del siglo XVII y sillería en el coro. La Casa Consistorial se sitúa en la plaza y data de 1686. Tiene dos plantas, con escudos del valle en la segunda. La Ermita de San Juan, del siglo XVI, alberga un retablo del XVII y un Cristo gótico. Destacan, fuera del casco, edificios de algunos barrios como la
Casa-Torre de lturrioz en el barrio del mismo nombre o el Palacio de Ergoien en el barrio homónimo. Visitando el alto de Urkabe, gozaremos de fantásticas vistas de Mendizorrotz y Jaizkibel.

Oiartzun ofrece múltiples posibilidades para disfrutar de un entorno relajante y realizar actividades en contacto con la naturaleza. Por ello, es aconsejable realizar rutas y escursiones donde, además de disfrutar de la naturaleza, daremos con restos arqueológicos de gran interés. Por ejemplo, la zona de Oianileku es un agradable lugar poblado por frondosos y bellos bosques. Pero además podremos admirar cromlechs como el de Oianieku. De obligada visita resultan las peñas de Aia, donde podremos seguir sendas marcadas para conocer toda la zona.

Sus fiestas patronales tienen lugar el día de San Esteban, 3 de Agosto. El 15 de mayo se celebra la fiesta de los labradores, con una romería en el monte Munuandi. En esta zona resulta muy recomendable realizar paseos a caballo, siendo éste el mejor modo para conocer los alrededores.