El invierno es una temporada que, a priori, nos inspira resguardarnos en casa del frío y aprovechar para ver películas en el sofá. Pero si estás harto de ese plan o lo de la inactividad no va contigo, el turismo rural es la solución. La temporada invernal nos ofrece paisajes únicos en plena naturaleza.
Dos pueblos con mucho encanto, tradición e historia son las recomendaciones que traemos. El influjo medieval de sus construcciones los convierten en lugares especiales y diferentes que merecen ser visitados una vez en la vida.