Qué ver en Zafra De Zancara
Villa manchega situada entre Palomares del Campo y la N-III. El casco urbano es un conjunto limitado a un centenar de casas que ocupan la culminación de uno de los asentamientos mas interesantes de la provincia en cuanto a su enclave topografico.
El pueblo, al que se accede tras un paso angosto, posiblemente motivo de su fundación como paso defensivo, ocupa la ladera norte de un monte de fuerte pendiente. Culmina en unas peñas que conservan los restos de antiguas fortificaciones, que aún se corresponden con sus gemelas del lado opuesto de la garganta que defendieron. Los restos de las fortificaciones corresponden a un castillo que perteneció al marqués de Villena.
El palacio del Rusiano, edificio del siglo XVIII, situado en la calle de la Iglesia, es de interés por sus grandes dimensiones y como elemento característico de la fisonomía del pueblo.
El Ayuntamiento es un curioso ejemplo de recuperación de un edificio para un uso totalmente diferente del original, pues ocupa una antigua iglesia del siglo XVII, de una nave de tres tramos, con bóveda con cañón y cúpula de media naranja en el ábside, que actualmente sirve como sala de reuniones.
En cuanto a la parroquia de la Asunción, se trata de una iglesia de dos naves, la central de mayor altura y abside pIano, construidas en diferentes épocas, siglos XVI y XVII, correspondiendo el presbiterio y el primer tramo a un estilo inicial de renacimiento plateresco, con sus techos cubiertos por bóvedas de lacería; el resto se cubre con bóvedas de arista sobre arcos formeros y fajones en piedra.
En el término municipal de Zafra de Zancara se encuentra el castillo de Torrebuceit. Construido en el siglo XII, es una construcción de pequeñas proporciones, hecha de mampostería trabada con cadenas de sillar. Tiene una portada de arco de medio punto adovelado, reforzado con contrafuertes a ambos lados. En las esquinas hay un torreón de planta semicircular, a la izquierda de la fachada principal, y de planta cuadrada a la derecha.
Actualmente, el interior esta ocupado por cuatro viviendas que dan a un patio empedrado, al que se accede bajo un paso abierto bajo las viviendas. Se dice que perteneció a Buceit, último rey taifa de Valencia, que se convirtió al cristianismo. En las inmediaciones del castillo hay un acueducto, en el que se aprecian cinco arcos de medio punto construidos en sillar y mampostería.
