Templo de estilo gótico-mudéjar construido en el siglo XVI, que sufrió reformas barrocas en el XVIII. Consta de tres naves separadas por arcos apuntados, que descansan en gruesas columnas (obsérvese como curiosidad que algunas reutilizan en los fustes capiteles romanos); al gran arquitecto Hernán Ruiz II se atribuye el hermoso conjunto renacentista de la cabecera y el crucero, cubierto por tres cúpulas rebajadas formadas por anillos concéntricos. En la capilla mayor se levanta un buen retablo renacentista labrado a mediados del XVII por el artista granadino Pedro Freire de Guevara.
Entre los siglos XVI al XVIII el templo se enriqueció con diversas capillas; la mejor es la del Sagrario, en la cabecera de la nave de la epístola, construida a principios del XVIII por Gaspar Lorenzo de los Cobos, autor también del retablo, quien empleó en su decoración vistosas yeserías policromadas que incluso forman al exterior una bella portada; guarda este recinto un notable conjunto de pinturas realizadas por Andrés Ruiz de Sarabia. En la antigua capilla del Rosario ha instalado el párroco el Museo de la Plata, que reune la rica orfebrería parroquial, entre cuyas piezas destaca un frontal de altar labrado por Damián de Castro en el siglo XVIII. Al exterior, y dominando la acogedora plaza de la Constitución, se eleva una torre del XVI, cuyo cuerpo de campanas ostenta medallones.
Bajo el coro de la parroquia y aprovechando unos recintos abovedados que pudieron acoger un osario y un aljíbe, la constancia y la afición arqueológica del párroco Pablo Moyano ha ido formando un pequeño museo en el que se exhiben numerosas piezas ibéricas y, sobre todo, romanas, entre las que destacan una cabeza femenina conocida por "la Venus de Montemayor", un león y un sátiro.