Qué ver en Manzanares

Es uno de los municipios más poblados de la provincia, cuya economía se basa en el viñedo y algunas industrias.

Muy interesante es la Feria Regional de Muestras del Campo, que ocupa una extensión de 90.000 m/2 de exposición y se viene realizando desde 1971, del 16 al 24 de julio.

En época romana fue paso de varias calzadas y en la Edad Media importante cruce de caminos de ganados procedentes de Soria y Cuenca. En principio, perteneció a la 0rden de Santiago, hasta que se transfirió a la de Calatrava, en virtud de una carta de participación de tierras fechada en La Membrilla, en 1239. A partir de este año se construye el castillo de Pilas Bonas, actualmente en la calle Salinas, esquina plaza de San Blas y antaño raya fronteriza con los santiaguistas. Su magnífica conservación se debe a la existencia de viviendas, que impiden reconocerlo en el exterior. Forma un cuadrilátero de 70 varas de frente y foso de 4 varas de ancho. Conserva torre del homenaje, plaza de armas y antigua capilla. De él partían unas murallas en la época de repoblación.

De notable interés es la iglesia parroquial de Ntra. Sra. de la Asunción, de fines del siglo XIV o principios del XV. De una segunda etapa es la portada, magnífico ejemplar plateresco de principios del XVI. Destaca el tímpano con relieve de la Asunción, figura de Dios Padre y ángeles músicos, y las trompillas en forma de abanico. La torre, muy en consonancia con los manieristas andaluces, está decorada en el ábside con lienzos realizados recientemente por el pintor local Antonio Iniesta. Fue restaurada en 1985. En la misma plaza está el Ayuntamiento.

El convento de Concepcionistas Franciscanas Descalzas, barroco del siglo XVII, se encuentra en el casco antiguo, donde también hay algunas casas setecentistas y dieciochescas con pórticos de piedra y otras más recientes, historicistas y eclécticas. Destaca el Casino, proyectado por Daniel Rubio en 1919, con un rico y decorado cuerpo superior, y la Fábrica de Harinas de principios del XX, con rasgos historicistas y eclécticos, con pequeños arquillos ciegos y arcos apuntados en el remate de las pilastras del cuerpo superior; toda la construcción en ladrillo. El Parador de Turismo, innovación arquitectónica de 1929, es obra de Arniches y Domínguez.

De gran popularidad es la llamada Casa del Santo, en esquina, con patio interior, fachada encalada y puerta de entrada con dintel y pilastras, y balconcillo popular de madera.

La pequeña población de LLANOS DEL CAUDILLO es uno de los poblados levantados por la Dirección del Instituto de Colonización y un arquetipo del concepto urbanístico del momento para zonas rurales.