Villa situada al sur de Puertollano con el que está comunicada por una carretera local. El conjunto urbano es de planta oval, extendido sobre el valle y subiendo la ladera de la sierra. Calles irregular, con rampas y escaleras.
El mejor rincón urbanizado es la plaza de la Iglesia del siglo XIX y las típicas casas blanqueadas del XVIII.
Destaca el molino Flor de Ribera, junto al río Montoro, dieciochesco, adaptado para vivienda en un entorno de gran valor ambiental y ecológico, y el castillete de la Mina de La Simona, antigua mina de pirita abandonada. Su estructura es de hierro roblonado.