Qué ver en Membrio

Al asentarse sobre la penillanura trujillano-cacereña, el relieve es alomado, originado por la erosión fluvial sobre el sustrato granítico y pizarroso, con algunas elevaciones, destacando entre ellas el monte conocido como Sierra de Membrío. Entre los cursos de agua sobresalen los ríos Tajo, que está embalsado y baña el término al norte en el límite con Portugal, y Salor, afluente del Tajo, que discurre de S a N limitando el término. Este río está abarrancado al norte y este, por el encajamiento de la red fluvial, perteneciendo a la zona denominada de Riveros, donde aparecen importantes áreas de terreno improductivo, matorral y dehesa. Las zonas cultivadas del término se encuentran cercanas al núcleo. Al sur existe algo de labor, pero los aprovechamientos ganaderos son predominantes.
El clima es del tipo mediterráneo subtropical. La temperatura media anual es de 16,9ºC. Los inviernos suelen ser suaves, con una temperatura media de 8,6ºC, alcanzando las mínimas absolutas valores inferiores a los 3º. El verano es seco y caluroso con una temperatura media estacional de 26ºC, y unas máximas absolutas que superan los 40º. La precipitación media anual es de 556,2 mm. La estación más lluviosa es el invierno (205 mm.) y la más seca el verano (30,9 mm.). La evapotranspiración potencial media anual es de 982,7 mm. La formación vegetal autóctona es del tipo durilignosa con un bosque esclerófilo mediterráneo representado por la encina y el alcornoque, junto a otras especies que componen el matorral como la jara, aulaga, cantueso, etc.

La tasa de actividad en 1986 no era muy alta, con un valor de 36,7 por 100. En la distribución por sectores se aprecia un predominio del agrario, que acoge al 68,2 por 100 de la población activa, seguido de lejos por el de servicios (24,6 por 100), la construcción (5,3 por 100) y la industria (1,7 por 100). La vocación de los suelos, desde el punto de vista agrario, es de tipo ganadero ya que el pastizal ocupa el 70 por 100 del término municipal.
La superficie labrada representa sólo una mínima parte (7,9 por 100), destacando entre los cultivos los herbáceos. La superficie forestal suma 3.234 ha. representando el 15,5 por 100. Significativa es la abundancia de terrenos improductivos por su especial localización geográfica en el área de fuertes encajamientos fluviales.
El total de Unidades Ganaderas es 2.252 entre las que destaca el bovino y el ovino con 1.020 y 923 respectivamente, seguidas del porcino (244), caprino (520) y aves (13). Dentro del régimen de tenencia predomina de forma destacada la propiedad con el 89,8 por 100, el resto es ocupado por el arrendamiento. (L.G.G.)

Esta localidad cacereña, como otras vecinas pertenecientes en el pasado a la Orden de Alcántara, ha presentado a lo largo de los siglos unas peculiaridades socioeconómicas muy características. Todo ello derivado del excepcional y tradicional protagonismo de las grandes encomiendas localizadas en su extenso término (Castillo, Clavería, Parral, Solana) que fueron pasando a propiedad privada en un largo proceso desarrollado desde finales del XVIII hasta mediados del XIX. Una vez consumada la Reforma Agraria Liberal, el 90 por 100 de las tierras del término había ido a manos de un reducido grupo de individuos, miembros de destacadas familias de la burguesía financiera madrileña (Muguido, Bayo, Garay, etc.). De esta forma se configuró un paisaje social caracterizado por la existencia de una poderosa oligarquía agraria y un campesinado numeroso (la población llegó a alcanzar 2.500 habitantes) pero falto de tierras propias, cuyos miembros debían sobrevivir, bien como jornaleros, bien como arrendatarios y aparceros. (F.S.M.)