Qué ver en Hinojal
El término municipal se asienta sobre relieve de penillanura, con aspecto ondulado como consecuencia de la erosión del sustrato pizarroso por las corrientes de agua. El río Tajo, colector más importante que baña el término, pasa profundamente encajado, provocando un gran desnivel y dando como resultado un paisaje típico de riveros. Otros cursos de agua son los arroyos Palomares, Del Fresno, Maya y Talaván.
El clima es de tipo mediterráneo subtropical. La temperatura media anual es de 16,9º. Los inviernos suelen ser suaves, con una media de 8,5º, alcanzando las mínimas valores de -3,5º. El verano es seco y caluroso, con una temperatura media estacional de 26,6º, y unas máximas absolutas que llegan a los 43,7º. La precipitación media anual es de 643,1 mm.
La formación vegetal en estado natural es del tipo durilignosa, con un bosque esclerófilo mediterráneo representado por la encina y el alcornoque, junto a otras especies que componen el matorral.
La tasa de actividad de este municipio se sitúa en el 38 por 100. En la distribución por sectores se aprecia un predominio del agrario, que acoge al 57,2 por 100 de la población activa, seguido de lejos por la construcción (18,6), servicios (17,9) e industria (6,3).
La superficie labrada representa tan sólo el 2 por 100 del término municipal. Entre los cultivos destacan los herbáceos (864 has.) y el olivar (16). El resto del territorio tiene un aprovechamiento ganadero (5.300 has. de pastizal) y forestal (353).
La ganadería adquiere mayor importancia económica que la agricultura en este municipio, al sumar un total de 1.262 Unidades Ganaderas, distribuidas del siguiente modo: ovino (672), bovino (497), porcino (45), caprino (8) y aves (8). (J.M.A.)
Destaca entre los edificios de esta pequeña localidad la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de La Asunción. Se trata de un edificio de planta rectangular y una sola nave, dividida originalmente en tres tramos. De éstos sólo permanece el tramo de los pies, cubierto con bóveda de terceletes, mientras que los otros dos al reformarse se convirtieron en uno solo con cubierta plana centrada en una extraña cúpula octogonal. La cabecera está dividida en dos tramos, cubiertos ambos con bóvedas de tercelete. A los pies se dispone un coro alto sobre dos tramos de bóvedas de aristas. Tiene la obra dos portadas, apuntada al sur y semicircular al oeste. Su material de construcción es el sillarejo con refuerzos de granito. La construcción del núcleo principal se puede establecer en el siglo XVI, si bien hay detalles constructivos del XV. Dos estancias se adosan al edificio: la sacristía, cubierta con bóveda de lunetos, y la torre en la fachada de los pies. De su interior destacan dos nichos y un pequeño retablo en madera sin policromar.
