Qué ver en Hernan - Perez

Situado al sur de la Sierra de Gata, el término municipal presenta un claro contraste topográfico entre el sur, donde el relieve es suave, y el norte, donde la Sierra de los Ángeles le imprime un carácter montañoso.
El clima, de tipo mediterráneo, está caracterizado por su irregularidad térmica y pluviométrica. La temperatura media anual es de 14º. El mes más frío es diciembre con 7º y el más cálido julio con 23º. Las precipitaciones alcanzan un volumen medio anual de 750 mm. Los cursos de agua más importantes son el Arrago y el Tralgas.


La distribución por sectores de la población activa muestra la importancia del sector servicios (46,7 por 100) y del agrario (38,3). La construcción y la industria, por el contrario, únicamente dan empleo al 12,8 y 2,2 por 100 respectivamente.
La estructura de la empresa agraria muestra el predominio de las explotaciones con tamaño inferior a 10 has. (69 por 100 del total) y de una importante fragmentación parcelaria de las explotaciones (11,8 parcelas por explotación). Las tierras de cultivos suman un total de 1.004 hectáreas, de las cuales el 62,5 por 100 están plantadas de olivar. La superficie forestal es de 1.358 has. De ellas 300 están ocupadas por bosque maderable, 189 por monte abierto y 869 corresponden a monte leñoso. La cabaña ganadera está integrada por 33 cabezas de vacuno, 1.927 de ovino, 635 de caprino, 60 de equino y 96 de porcino. (A.P.D.)


Los restos de poblamiento más antiguo que se conocen en los alrededores de Hernán Pérez, se remontan a la etapa megalítica y se concretan en una necrópolis o cementerio de dólmenes de cámara circular y corredor, de los que se han explorado al menos cuatro de ellos. Esta implantación megalítica debió ser fuerte y además perduró durante mucho tiempo, ya que se han encontrado hasta el momento siete estelas antropomorfas cuya relación con el Megalitismo parece cada día más clara.
Estas estelas, en opinión de P. Bueno son una manifestación artística genuina de los constructures de dólmenes y por ello las denomina estatuas-menhires. Representan una figura humana muy esquemática con ciertos adornos y objetos grabados de naturaleza y técnica distinta a los que se observan en las estelas de los guerreros. Almagro Gorbea había considerado estas estelas de Hernán Pérez como del bronce final y las asociaba a una necrópolis en cistas que allí situaba. Sin embargo, parece más probable que estas estelas o estatuas sean producto de la mentalidad artística y religiosa de los constructores de dólmenes allí instalados, cuyo transfondo cultural perviviría en la zona durante buena parte de la Edad de Bronce.