Qué ver en Castellgali

Su maravillosa ubicación, entre los ríos Llobregat y Cardener, y en las inmediaciones de un profundo y amplio bosque, hacen de Castellgalí, el lugar perfecto para evadirte del ruido y entrar en una relación con la naturaleza, intensa y profunda.

Aunque hay documentos que prueban la existencia de un antiguo castillo, lo cierto es que en el presente ni tan siquiera se han conservado los restos. Pero la historia de este pueblo se remonta a muchos siglos. En la actualidad ha desaparecido prácticamente todo, pero existe un antiguo sepulcro romano, que en Castellgalí es conocido como la Torre del Breny. En 1870 fue prácticamente demolido para aprovechar sus piedras en otra construcción.

Económicamente los habitantes de este pueblo siempre se han dedicado a la agricultura de secano. Las condiciones climatológicas y las de la tierra no facilitan el cultivo de otras especies, por lo que es frecuente ver grandes campos de viñedo. Con la llegada de la industrialización, muchas fábricas se asentaron en el pueblo, dando trabajo a gran parte de los habitantes de Castellgalí.

Precisamente la importancia del vino queda patente en la Casa Amigant, una de las viviendas más importantes del pueblo, parada obligada de aquellos que caminaban hasta Montserrat, y que en la actualidad se ha convertido en un museo de carácter etnológico en el que se pueden aprender muchas cosas sobre este ámbito.