El topónimo que denomina la localidad se conecta con la exclamación, ¡Casas veo!, que según la tradición pronunció Pedro I de Castilla al divisar, malherido, el lugar, tras su derrota en Montiel.
La misma tradición sostiene que es en la iglesia de esta población y no en la de Puebla de Alcocer, donde se encuentran los restos de tal monarca.