En el entorno del valle Amblés y la Sierra de Ávila encontramos este municipio formado por dos núcleos de población: Ortigosa de Riolmar y Manjabálago, capital del municipio. La historia de estos pueblos se remonta a la Edad Media en la que aparecen por primera vez citados en un documento del año 1250. Unos siglos más tarde se erigió sobre el municipio el lugar de culto por excelencia, la iglesia de San Miguel Arcángel (XV) de pequeñas dimensiones pero con un encanto histórico que todavía conserva después de varios siglos. Otra iglesia es la de San Andrés, en Ortigosa, una construcción sencilla realizada en sillería de granito que embellece el paisaje de esta población.
Se trata de un paisaje natural y de un carácter rural donde poder disfrutar de las mejores vistas de la serranía y de la tranquilidad de su entorno. Perfecto para el turismo rural, que busca desconectar y relajarse en un lugar que se caracteriza por la paz que invade todos los rincones de este maravilloso municipio abulense. Además, los viajeros más aventureros podrán realizar varias rutas que dejan paso por Manjabálago, a pie, a caballo, senderismo y rutas gastronómicas, un manjar para cualquier paladar.
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