Antiguamente, era el centro neurálgico de la villa, recientemente restaurada, conserva en toda su belleza la quietud de una plaza castellana ejemplo de arquitectura popular castellana de la época medieval.
Enmarcada en sobrios soportales con columnas de piedra y madera, de arquitectura popular castellana, está protegida por el lado este por la iglesia de San Martín y flanqueada por tres majestuosas torres, ejemplos únicos, todas ellas de ese foco mudéjar que se halla en Arévalo.
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