La iglesia parroquial de la Inmaculada Concepción se sitúa dentro del primitivo recinto amurallado que mandó construir en el año 1505 la Reina Juana I. Se trata de una iglesia - fortaleza muy modificada. Edificada en 1530 y dispuesta en una sola nave, la Iglesia de Sta. María de la Encarnación de Adra, nombre original, pasó a llamarse a principios del siglo XIX, de la Inmaculada Concepción. El inmueble ha sido objeto de importantes remodelaciones, como consecuencia de las incursiones berberiscas y ataques moriscos. En su interior destaca una talla barroca del Cristo de la Expiración, atribuida al escultor granadino Alonso de Mena y Escalante, realizada en 1623. Destacan en su exterior los antepechos con saeteras, de claro carácter defensivo.