Qué ver en Castalla

situada en el centro de un hermoso valle que lleva el nombre de Foia de Castalla, rodeado de montañas que en algunos casos alcanzan más de 1.000 metros de altitud, configurando un espacio geográfico bien definido, la ciudad se encuentra en la ladera de un cerro con una altura media de 700 metros; en su parte más alta figuran los restos de un histórico castillo medieval.

No se conoce la fecha exacta de su fundación, pero se han encontrado restos arqueológicos del Eneolítico y fragmentos cerámicos de la Edad del Bronce y de la Epoca ibérica.

De la época romana hay datos que permiten afirmar que por nuestro término pasaba la calzada romana que iba de Cartagena hasta Xátiva y Sagunt.

Durante el sitio de Biar, Castalla fué lugar de paso de Jaume I y sus tropas.

En el siglo XIV, Pedro IV de Aragón hizo donación en feudo, de la ciudad y su castillo a D. Ramón de Vilanova. En 1.729 el castillo es heredado por el Marqués de Dos Aguas.

Durante la Edad Moderna Castalla fué centro político y económico de la Comarca.

En la época napoleónica tuvieron lugar en Castalla dos batallas entre las tropas anglo-españolas y las francesas, con desigual suerte para los españoles, que perdieron la primera y ganaron la segunda en una batalla decisiva para que las tropas del francés Suchet se retiraran de la región valenciana.

En el año 1.890 y a solicitud del Ayuntamiento, la reina Regente María Cristina le concede el título de Ciudad.

En la Epoca Musulmana se construye un castillo, a partir de la Reconquista, en 1.245, las sucesivas re construcciones lo convierten en una fortaleza, que al ser punto fronterizo con el Reino de Castilla, adquieren gran valor estratégico. Las torres circulares y el irregular trazado de su planta le dan gran personalidad.

la Ermita de la Preciosisima Sangre fue la primera iglesia construida después de la reconquista. El monumento es un edificio de estilo Gótico, levantado en el siglo XIII.

En 1.572 finaliza la construcción de la nueva iglesia parroquial, su estilo Gótico ennoblece sus grandes proporciones. La ornamentación y obras de arte son posteriores al año 1.936.

El edificio del Ayuntamiento se construye a mediados del siglo XVII.

Presenta una fachada de estilo Renacentista. Sus grandes salones y múltiples dependencias reflejan la importancia de su función histórica.

El templo del Convento de los Pades Franciscanos se empezó a construir a mediados del siglo XVIII y se terminó en 1.810. Su estilo Barroco refleja la austeridad de la Orden Franciscana. El convento, anexo al templo, dejó de cumplir su misión después de la Desamortización de Mendizabal. En la actualidad no queda nada de esta parte del conjunto arquitectónico.

La "Foia de Castalla", es un ancho valle u hoya en forma de "T" orientada hacia el Sureste, y rodeada por bloques montañosos destacables dentro de las sierras subéticas que ocupan el Norte e interior de la provincia de Alicante.

El término de Castalla ocupa las sierras del Oeste y Suroeste de la Foia, siendo éstas: Sierra de la Argueña (1.228 m.), Sierra de Castalla (1.175 m.), y el Norte de la Sierra del Maigmó (1.296 m.)

Cabe destacar en todas estas sierras la importante cobertura vegetal existente, sobre todo en las umbrías. El bosque, de pino carrasco fundamentalmente, es de bastante calidad. Aparecen además de forma más esporádica colonias de carrasca, generalmente conviviendo con pino carrasco.

Las sierras que están al Este, Norte y Noroeste de la "Foia", pertenecen a los términos de Tibi, Ibi, Onil y Biar, y sus alturas son: El Reconco (1.206 m.), Cenarosa (1.210 m.), Menejador (1.352 m.) y "Penya Rotja" (1.226 m.)

El clima de la zona se puede enclavar dentro de un clima mediterráneo de montaña media. La temperatura media anual está alrededor de los 13 grados. Las heladas suelen presentarse desde Noviembre hasta Abril. Las lluvias no son abundantes, si bien, los macizos montañosos, en ocasiones, favorecen la formación de nubosidad y de precipitaciones locales. El total anual de lluvia es de unos 400 l/m2, pudiendo superar los 600 l/m2 en los macizos montañosos. Casi todos los años se producen precipitaciones en forma de nieve. La última gran nevada aconteció en 1.960 y acumuló aproximadamente un metro de nieve.