Preciosa estancia, naturaleza en estado puro, remanso de paz, desde la terraza de la habitación, pude disfrutar de los corzos que bajaban cada mañana de la montaña para comer manzanas!!!
El hotel pequeño y familiar, la habitación grande y con terraza, colchón y almohadas excelentes.
Familia que lo gestiona, encantadora.
Todo de diez!!!
Repetiremos seguro.
El hotel pequeño y familiar, la habitación grande y con terraza, colchón y almohadas excelentes.
Familia que lo gestiona, encantadora.
Todo de diez!!!
Repetiremos seguro.