Hemos pasado unos días con nuestros hijos en el Mas del Pi, y ha sido una experiencia fantástica en todos los sentidos.Primero por la amabilidad de Rosalinda que nos ha atendido perfectamente, además de las deliciosas cenas que prepara.
Segundo por el encanto de la casa, y su jardín que te ayuda a desconectar y sentirte en plena naturaleza, mis hijos lo disfrutaron hasta el último día.
Tercero por el entornos, allí visitamos queserías, pinturas rupestres y recomiendo la visita a la bodega Biopaumerà que tiene unos vinos fantásticos.
Segundo por el encanto de la casa, y su jardín que te ayuda a desconectar y sentirte en plena naturaleza, mis hijos lo disfrutaron hasta el último día.
Tercero por el entornos, allí visitamos queserías, pinturas rupestres y recomiendo la visita a la bodega Biopaumerà que tiene unos vinos fantásticos.
Sin duda volveremos!!