Hemos estado en Cal Sastre el mes de octubre 2 familias con niños. Lo hemos pasado de maravilla. La casa tiene muchísimo encanto y el espacio del patio cerrado con su barbacoa y su piscina inmejorable. En plena naturaleza hemos podido disfrutar de innumerables charlas con la tranquilidad de saber que los niños estaban a buen recaudo y con muchísimo espacio para jugar. La comunicación con Pilar ha sido excelente en todo momento y desde luego que tenemos toda la intención de volver.