Simplemente excepcional, des del trato de Josep (el propietario), a la atención del vecino Jesús (procurando que estuviesemos comodos), pasando por la casa (una preciosidad) y los paisajes dea zona. Es ideal para familias con animales y niños, no hemos pasado nada de frío y la casa dispone de todo lo necesario para vivir (toallas, sartenes, mantas...). Des de la casa se pueden hacer rutas de senderismo muy cómodamente. Tranquilidad ante todo. Un 10 por Josep, su casa, Fígols y su gente.