Generales: No se admiten mascotas, Restaurante / Bar - Cafetería, Sirven cenas, Sirven comidas, Sirven desayunos, WiFi
En Habitaciones: Albornoz y/o zapatillas, Artículos de baño, Baño en habitación, Caja fuerte, Calefacción en habitaciones, Cama supletoria bajo petición, Cuna bajo petición, Hidromasaje en habitaciones, Secador de pelo, Televisión en habitación
Situación: Acceso asfaltado, Afueras del casco urbano, Aislada, Cerca de embalse, río, Cerca de pistas de esquí, Montaña
Instalaciones: Piscina municipal, Relajación y masajes
Idiomas: Español, Francés, Italiano
Interior: Artículos de baño, Biblioteca, Calefacción, Cama supletoria bajo petición, Chimenea, Comedor, Cuna bajo petición, Equipo audio, Jacuzzi, Sala de estar, Televisión, Vídeo / DVD
Exterior: Aparcamiento, Huerto, Jardín/es
Ruralmusical, fue fábrica de chocolate hace 150 años. Hoy es una acogedora Posada Real ideal para escapadas románticas de fin de semana, esquiar en la Covatilla, visitar los muchos pueblos pintorescos de la zona y admirar los espectaculares paisajes de su entorno.
La concesión de la marca de excelencia de Castilla León, las Posadas Reales, que solamente 7 alojamientos poseemos en Salamanca, nos enorgullece y al mismo tiempo nos obliga a un esfuerzo constante de mejora en nuestras instalaciones y, sobre todo, en la atención a quienes nos honran con su visita.
Y para hacerles agradable la estancia y procurar que al marcharse lo hagan con la intención de volver y de recomendar nuestra casa a sus amigos y familiares, hemos conservado casi todo lo importante de aquella fabrica de chocolate: las paredes de piedra, los techos y suelos de madera, las enormes vigas y ménsulas y, como no, el espíritu de una pequeña empresa atendida por sus propietarios.
De Norte a Sur dos ciudades Patrimonio de la Humanidad: Salamanca y Cáceres.
De Este a Oeste la sierra de Francia, plagada de pueblos pintorescos, varios de ellos declarados Conjunto Histórico Artístico, y los valles del Jerte y la Vera, una explosión de naturaleza arropando lugares de interés histórico como el Monasterio de Yuste. Todo a menos de una hora de viaje.
Y en su entorno más próximo, a pocos minutos de viaje, Candelario, la estación de esquí de la Covatilla, Hervás y el balneario romano de Baños de Montemayor.
Paisajes, historia, gastronomía y deporte le esperan. ¡Venga a conocerlo!
Mas información: Qué ver en Puerto De Bejar
La casa se encuentra fuera del pueblo, en el kilómetro 421,9 de la N630.
Latitud: 40º 21' 4" N
Longitud: 5º 50' 15" W
La casa es preciosa, una antigua fábrica de chocolate reconvertida en una casa rural llena de encanto. El dueño, Félix, es amable y hospitalario, trantado de hacer tu estancia lo más agradable posible. Nada más llegar nos enseñó toda la casa, nos contó su historia y la labor de rahabilitación de la misma. Hay que señalar que la casa está muy bien restaurada, conservando los suelos y techos de madera originales, las paredes de piedra, las columnas de granito en la plata baja....mantiene todo el encanto de una casa de epoca (a lo que, sin duda, ayuda en gran medida la cuidada selección de muebles de anticuario y la estudiada decoración) a la que se incorporan detalles actuales que la adaptan a la comodidad que todos buscamos en unas vacaciones (tv con pantalla de plasma, nevera en la habitación, dobles ventanas de madera con mosquiteras, jacuzzi, camas reclinables...). Nosotros nos alojamos en la suite Tango, con lo que teníamos toda la planta alta de la casa para nosotros solos (es una habitación de más de 100m2, con un baño enorme y vestidor), pero nos enseñaron otras habitaciones y son todas preciosas.
Desayunamos dos días en la casa. El desayuno nos lo sirvieron en el jardín y es una gozada: alimentos frescos y sanos (zumos, pan, tomate, aceite, fruta, bizcocho, café con leche...). Todo un detalle los manteles de hilos, las servilletas a juego. Creo que precisamente en eso radica el encanto de la casa, en la esmerada atención a los pequeños detalles.
Está todo nuevo, limpio, impacable. Se nota el cariño con el que los dueños han ido decorando cada detalle y el hecho de que están inmersos en una labor de mejora contínua (como ejemplo contaros que, cuando llegamos, acababan de pintar nuestro cuarto de baño, y eso que eramos de los primeros huéspedes en ocupar esa suite, pero no les acababa de convencer el color original y decidieron aplicar un tono más cálido).
Del entorno mejor ni os hablo porque me quedaría corta...hay muchísimo para ver en la zona ya que están las Batuecas, el Valle del Jerte y la Sierra de Gredos a un paso (nosotros ya teníamos pensado qué ver esos días, pero aún así Félix nos dio consejos para aprovechar mejor cada visita...si llegáis a la casa sin tener ni idea de qué hacer, no os preocupéis: él os orienta y asesora en función de vuestros gustos y necesidades).
Para perderser durante al menos un mes....como esta estancia ha sido cortita, sin duda, repetiremos.
¡Relación calidad/precio inmejorable!