El hotel es estupendo, esta situado en medio de la montaña palentina con unas vistas magníficas del Espigüete. Las habitaciones muy cuidadas y limpias. Jorge y Teresa nos ofrecieron todo tipo de facilidades, el trato exquisito y la comida casera y muy rica. En fin, que volveremos a visitarlo en nuestras próximas incursiones a la montaña palentina. Muy recomendable.