Nos encontramos en pleno corazón del “Alto Minho” en la parte del noroeste del país, muy cerca de la frontera con Galicia.
En este lugar podrá disfrutar de la tranquilidad que proporciona la vida en el campo, además de la pureza, de la frescura de sus aguas, del embriagador aroma de la vegetación o de los ruidos que hacen los animales libres.
Donde el aire es tan puro que respirar se convierte en un acto voluntario, donde la naturaleza tranquiliza tanto al cuerpo como al espíritu, donde el descanso se acaba alargando gracias a que nadie perturbará tus sueños.
Nuestra filosofía es ofrecer un ambiente acogedor, simple y familiar.
Estamos deseando recibirle en nuestro hogar. Aquí conocerá la verdadera tradición portuguesa, donde la tradicional “saudade” de los mayores se mezcla con la alegría de las generaciones más jóvenes.
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