En el fin de semana que pase alojado aquí se me hizo tan familiar que la estancia fue maravillosa, con unos dueños muy atentos , cercanos y ambles.
Su disposición y buen hacer , se refleja en cada rincón del alojamiento en los cuales siempre te dejan sorprender con algún detalle como una colección de pipas, la de maquinas de escribir o una de sobreros ( de uso del anfitrión del alojamiento).
La comida nos dejamos aconsejar por ellos y todo fue excelente, calidad de los productos, cantidad y una lógica presentación sin excentricidades.
Las habitaciones con una decoración rustica bastante acertada aunque algún o que otro detalle puede mejorar , nada reseñable.
Un Fin de semana estupendo que nos hará volver a esta zona y lugar excelentes.
Su disposición y buen hacer , se refleja en cada rincón del alojamiento en los cuales siempre te dejan sorprender con algún detalle como una colección de pipas, la de maquinas de escribir o una de sobreros ( de uso del anfitrión del alojamiento).
La comida nos dejamos aconsejar por ellos y todo fue excelente, calidad de los productos, cantidad y una lógica presentación sin excentricidades.
Las habitaciones con una decoración rustica bastante acertada aunque algún o que otro detalle puede mejorar , nada reseñable.
Un Fin de semana estupendo que nos hará volver a esta zona y lugar excelentes.