Nosotros estuvimos en agosto de 2016. Fuimos 5 y el trato de los dueños fue estupendo. Fueron muy amables nos facilitaron la estancia proponiendonos excursiones y dándonos todo tipo de información. A nosotros siempre nos hablaron en castellano. El apartamento estaba limpio y tenía todo lo necesario. Lo único que no funcionaba bien era el wifi.
Excesivamente caro para el servicio que presta. No ponen champú y dan una sola pastilla de jabón para dos. Habitación con cama pegada a la pared. Una sola mesilla y lampara de noche. Cabeceros mal instalados que obligan a apartar las camas de la pared para evitar ruidos.
Trato frío, supongo que porque les cuesta hablar en castellano (con los catalanohablantes se enrollaban que daba gusto).
La cena, sin posibilidad de elección. Sopa de pasta, ensalada y filetes de lomo de cerdo con un poco de longaniza y 16 € cada uno!!. Cenamos sólo una vez, claro.
El desayuno muy bien.
No hay salón social, si acaso, las mesas del bar o las dos mesitas de la terraza.