Sitio perfecto, muy tranquilo. Te despiertas con los pajaritos y bajas a disfrutar de un buen desayuno. La comida está buenísima y el menú degustación está muy bien. El personal es muy amable y atento, las camas son cómodas, y la limpieza es buena. Como único pero reseñar que los chorros del jacuzzy salen con demasiada presión quizás.
Volvería sin duda.
Volvería sin duda.