Fui a Casa del Valle buscando tranquilidad y contacto con la naturaleza. No sólo encontré eso, sino que también descubrí un entorno espléndido y un hogar temporal entrañable.
Las cabañas donde te alojas son amplias, con cuarto de baño limpísimo, una cama -esto no suele ser habitual en otros sitios- muy cómoda, aire acondicionado, y para mí lo mejor, un porche para ti solo con vistas al amplio paisaje, que proporciona una gran paz. También disponen de una piscina cubierta bastante grande para remojarte en los meses de calor.
La comida es excelente, a lo largo de los días probé casi todos los platos disponibles y se come muy bien y están bien de precio.
Me dejo lo mejor para el final. Si lo que he comentado en las líneas de arriba todavía no convence, lo mejor de Casa del Valle son los dueños, Manuel y María José. Te ayudan a organizar las excursiones que gustes, con tanta información, mapas y guías, que es imposible perderse en el camino. Se preocupan, sin llegar nunca a ser incómodos, en que estés a gusto en cada momento. Te dan todas las facilidades posibles, y hablan contigo con tanta familiaridad y confianza, que cuando finalmente te marchas, piensas que dejas a dos amigos.
Para mí ha sido la mejor estancia rural en la que he estado hasta el momento. Si pensáis en pasar por Ciudad Real, y buscáis lo mismo que yo, Casa del Valle es vuestro sitio.
Las cabañas donde te alojas son amplias, con cuarto de baño limpísimo, una cama -esto no suele ser habitual en otros sitios- muy cómoda, aire acondicionado, y para mí lo mejor, un porche para ti solo con vistas al amplio paisaje, que proporciona una gran paz. También disponen de una piscina cubierta bastante grande para remojarte en los meses de calor.
La comida es excelente, a lo largo de los días probé casi todos los platos disponibles y se come muy bien y están bien de precio.
Me dejo lo mejor para el final. Si lo que he comentado en las líneas de arriba todavía no convence, lo mejor de Casa del Valle son los dueños, Manuel y María José. Te ayudan a organizar las excursiones que gustes, con tanta información, mapas y guías, que es imposible perderse en el camino. Se preocupan, sin llegar nunca a ser incómodos, en que estés a gusto en cada momento. Te dan todas las facilidades posibles, y hablan contigo con tanta familiaridad y confianza, que cuando finalmente te marchas, piensas que dejas a dos amigos.
Para mí ha sido la mejor estancia rural en la que he estado hasta el momento. Si pensáis en pasar por Ciudad Real, y buscáis lo mismo que yo, Casa del Valle es vuestro sitio.
Gracias Manuel y María José!