Fuimos a una boda de familia, al llegar nos recibió Maria para decirnos que estábamos en casa, el hotel es tranquilo, coqueto, con un trato familiar, muy cómodo.. La comida hecha por Maria, excelente y ese desayuno y la cena en el jardín con la sierra de Gredos de fondo.. No os lo perdáis!! Es un sitio para volver. Gracias a todos los q trabajan en este hotel por su atención y buen trato. Volveremos!!!