Casa rural en medio del valle ESPECTACULAR. El descanso está asegurado. El propietario ha sido muy amable, atento y ha hecho que pasemos una estancia de 10 en familia. Quedamos agradecidos con absolutamente todo.
Un sitio precioso y con un encanto especial, para disfrutar de la naturaleza y si se desea, practicar deporte. Allí se respira una paz, como en pocos sitios. El trato, la amabilidad y la comida que ofrecen, son exquisitos. Totalmente recomendable, nosotros, sin duda, reperiríamos.
Acabamos de llegar de un fin de semana largo y puedo decir que lo hemos disfrutado gracias, primero al maravilloso entorno natural en el que se enclava el hotel y después, por esas preciosas instalaciones en las que cada detalle denota la enorme ilusión de sus dueños por hacernos recuperar de la memoria, la vida rural de los que nos han precedido y que tan rápido, la vida de ciudad nos hace olvidar. Las pequeñas incomodidades se compensan con un poco de comprensión.
Si pondría una pequeña televisión en todas las habitaciones. También cenamos una noche, y aunque la comida es normal, es ajustada a su precio. Sin embargo la cena en esa terraza abierta a ese magnífico paisaje será para mí, un recuerdo inolvidable que no se paga con dinero.
Luis es un hombre serio pero correcto, dispuesto a ayudarte y a contarte muchas cosas interesantes.
En fin, no puedo decir otra cosa: un lugar recomendable. Abstenerse gente pija.
Pues acabamos de llegar de un puente de semana santa en el que hemos desconectado totalmente. El hotel rural está en un entorno espectacular y el complejo está genial y con todo lo que necesitábamos para descansar. Luis ha estado muy atento con nosotros, nos ha ayudado y recomendado en todo momento donde ir y que ver. Hemos ido en familia y Luis siempre nos ha tratado genial. Nos hemos quedado con ganas de probar la piscina, espero que cuando llegue el calor podamos volver. Muy recomendable
El sitio es idílico, el edificio espectacular, de los hoteles rurales más bonitos que he visitado. La habitación y las instalaciones estupendas (la cama es mejorable) pero la persona al cargo es de muy pocas palabras, poco empático, ni siquiera responde a un "buenos días". El desayuno y la cena son bastante, bastante mejorables (de hecho no recomendaría a nadie cenar allí). Y con la luz por la noche tienen un problema. Los alrededores, la entrada a la recepción están a oscuras, se hace incluso imposible salir a fumar un cigarro sin una linterna. No tratéis de encontrar un cenicero. He echado de menos una televisión en la habitacion. Y no hay posibilidad de conseguir WiFi.
Es la primera vez que valoro públicamente un hotel. Lo que me impulsa a hacerlo es una tremenda indignación. Y la insistencia de mi hijo, de solo diez años, para que publicase algo. El niño no paraba de repetir: "¿Por qué ese señor nos ha tratado así? No es justo, papá".
Me gustaría atenerme a los hechos, pero necesitaría varias páginas. Pediría, por favor, que los gestores de clubrural se pongan en contacto conmigo para que les pueda relatar lo que nos sucedió durante los tres días en que estuvimos hospedados en el Hotel Rural Abejaruco.
Luís, el dueño, está desquiciado. Sus reacciones no son normales, y definitivamente no está apto, en este momento de su vida, para trabajar de cara al público. Es una pena, ya que tanto la casa rural como el entorno son idílicos. Repito: no me quiero alargar aquí, pero estoy dispuesto a relatar detalladamente lo ocurrido para que entiendan por qué nuestra experiencia este fin de año ha sido esperpéntica.
El sitio por si sólo está muy bien. Pero con la excusa del Covid, o por que son así, se ha dejado de cuidar el detalle y la atención al cliente. El echo de ser "rural" no significa que no te den ningún tipo de prestación. Estás contratando una habitación de hotel, no el alquiler de una habitación y como mínimo deberían limpiar las papeleras y el baño, o por lo menos dar la posibilidad de tirar la basura en algún sitio.
El desayuno regular, con lo mismo se puede hacer mucho más con un poco de interés.